Microsoft preveía que el lanzamiento de su nuevo sistema operativo, el Windows 8, y de su nuevo tablet en China el jueves fuese una auténtica fiesta. Contaba con los ingredientes para ello: música animada, bailarinas moviéndose de forma sincronizada, la presencia de fotógrafos y periodistas para dar publicidad al evento... Pero los organizadores no contaron con la «asistencia» de la que acabó siendo la protagonista: una anciana que subió al escenario porque el ruido no dejaba dormir a sus nietos.El acto, de madrugada en Pekín, no fue del agrado de la mujer que, ante las molestias que la música alta estaba causando al descanso de los pequeños, decidió bajar y llamar la atención a los responsables. Acompañada de su marido , la señora se plantó delante de las bailarinas y comenzó a hacer aspavientos para intentar que parasen la música.

Enseguida, varios miembros de la seguridad corrieron hacia la anciana, a la que tuvieron que sacar del escenario a empujones, ante la resistencia que opuso al ser desalojada.