La localidad de Wagga Wagga, ubicada en Australia, sufrió una atípica invasión: luego de superar una época hostil de inundaciones, los habitantes que regresaron a sus casas notaron que el pueblo estaba prácticamente cubierto por telas de arañas.
Las fotos difundidas enseñan que los espacios abiertos del lugar adquirieron un tono grisáce
o debido al recubrimiento realizado por los arácnidos.
Según dicen los expertos, las arañas se trasladaron al pueblo para huir de la inundación; allí se establecieron y comenzaron a construir un nuevo hábitat que jamás se detuvo, debido a la ausencia humana. Los horrorosos octópodos se encargaron de tapizar todas las casa, plazas y automóviles del lugar para recibir a los habitantes que regresaban a sus hogares. Aún no se sabe cómo se desharán de la plaga infernal.
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